Pasar por la Serpentine Gallery con la intención de ver la última serie de esculturas y pinturas de Jeff Koons parecía una buena excusa para echar la mañana por los Jardines de Kengsinton, hacer unas fotos del Albert Memorial -esa tarta de varios pisos que el pobre Alberto no deseaba para sí- y dejarse embriagar por unas extensiones de verde a la que uno no está acostumbrado ni de lejos. Era la primera de las excursiones que decidíamos por Londres nada más dejar el equipaje medianamente arrumbado en un hotelito de Notting Hill. Y vaya acierto.
Pero no tanto por las obras de Koons, que siempre tienen su gracia y siempre sorprenden técnicamente aunque se van quedando poco a poco vacías confome te alejas de ellas, como por la maravillosa lámina de aluminio que flota, ingrávida como la niebla, entre los árboles circundantes a la galería.
Cada año la Serpentine Gallery, ubicada en los jardines de Kensington, aloja un pabellón efímero construido tras un certamen internacional de arquitectura que cuenta a sus espaldas con un ambicioso programa con nombres más que relevantes: Zaha Hadid, Daniel Libeskind, Toyo Ito, Oscar Niemeyer, Alvaro Siza & Eduardo Souto de Moura con Cecil Balmond, Rem Koolhas & Cecil Balmond, Zaha Hadid Architects, Olafur Eliasson & Kjetil Thorsen y Frank Gehry, hasta la fecha. Una constante entre las diversas propuestas anteriores podría ser la voluntad escultórica y tendente a la espectacularidad de los pabellones ya desmantelados; así mismo, ninguno de esos pabellones quisieron plantearse como algo abierto al paisaje en el que se ubica.
El pabellón erigido en 2009, que corresponde a Kazuyo Sejima & Ryue Nishizawa, parece romper con algunas de las premisas no escritas con las que se construyeron los pabellones del resto de la década, y consigue hacer efectivo que el edificio efímero sea permeable a su localización, pues mediante un juego exquisito de reflejos parece recoger toda la belleza del jardín para revestirse de su mismo verdor.
Fotografías de Pedro Alarcón
www.serpentinegallery.org
Pero no tanto por las obras de Koons, que siempre tienen su gracia y siempre sorprenden técnicamente aunque se van quedando poco a poco vacías confome te alejas de ellas, como por la maravillosa lámina de aluminio que flota, ingrávida como la niebla, entre los árboles circundantes a la galería.
Cada año la Serpentine Gallery, ubicada en los jardines de Kensington, aloja un pabellón efímero construido tras un certamen internacional de arquitectura que cuenta a sus espaldas con un ambicioso programa con nombres más que relevantes: Zaha Hadid, Daniel Libeskind, Toyo Ito, Oscar Niemeyer, Alvaro Siza & Eduardo Souto de Moura con Cecil Balmond, Rem Koolhas & Cecil Balmond, Zaha Hadid Architects, Olafur Eliasson & Kjetil Thorsen y Frank Gehry, hasta la fecha. Una constante entre las diversas propuestas anteriores podría ser la voluntad escultórica y tendente a la espectacularidad de los pabellones ya desmantelados; así mismo, ninguno de esos pabellones quisieron plantearse como algo abierto al paisaje en el que se ubica.
El pabellón erigido en 2009, que corresponde a Kazuyo Sejima & Ryue Nishizawa, parece romper con algunas de las premisas no escritas con las que se construyeron los pabellones del resto de la década, y consigue hacer efectivo que el edificio efímero sea permeable a su localización, pues mediante un juego exquisito de reflejos parece recoger toda la belleza del jardín para revestirse de su mismo verdor.
Fotografías de Pedro Alarcón
www.serpentinegallery.org
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