Su propuesta puede ser también tomada como una metáfora de los tiempos que corren en cuanto al mecenazgo artístico. Es la era de la instalación, los proyectos de intervención y cualquier disciplina inasequible. Hoy toda trayectoria artística que se precie (esto es, que sea reconocida por los medios) pasa por realizar más de un proyecto inasumible que financiará alguna entidad desinteresada. Muchos –muchísimos, dada la vigencia del orgiástico desfile de certámenes, convocatorias, festivales, bienales y otras excusas para el divertimento refinado- de ellos quedan en el papel y no verán jamás la luz. Y no valdrá para ellos una promesa de resurreción, y más nos vale así.
Muero todos los días (II). Se da la gran ironía, sin embargo, de que esa misma frase –un tanto agónica- podría ser pronunciada –si los edículos tuviesen el don de la palabra- por el propio Palacio de Cristal de El Retiro. Nos llegan disimuladas advertencias de que el magnífico pabellón podría dejar de alojar, como hasta ahora, una sección de las exposiciones temporales del Reina Sofía. A este Museo que quiere perpetuarse como Museo y olvidar su primigenia identidad como Centro de Arte (si es que no lo ha hecho ya, tal reza su sitio en la red con nueva nomenclatura) se le hace grande la encomienda de programar las exhibiciones de este espacio difícilmente equiparable desde cualquier otro. Las nuevas e insulsas salas del adosado de Jean Nouvel darán al parecer demasiado trabajo, que rendir el merecido culto y las consabidas ofrendas a las viejas glorias conlleva el suyo…
Ana Martínez de Aguilar, la directora del espacio, reconoce como lastre el carísimo añadido arquitectónico, toda vez que lo asume como uno de los factores que agravarán la ya manifiesta carencia en términos de plantilla. Es al menos amarga esta cándida asunción de precariedad. No dejo de ver el MNCARS (incómodas las siglas, ¿cierto?) como un apesadumbrado circo donde la mujer barbuda se vuelve lampiña y los leones deshojan margaritas…
Exposición en el Palacio de Cristal de el Retiro, Madrid.
Publicado originalmente en lafresa.org, 2006.
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