Me topé con la obra de Aya Rosen, como tantas otras veces descubro cosas agradables, en Flickr. Quizá sea el mejor o uno de los mejores sitios sociales por aquello de que permite múltiples maneras de conexión por las cuales dos personas pueden comprobar sus afinidades; por supuesto, en lo que a imágenes se refiere, ya sea fotografía o arte digitalizado por medio de fotos o escáner. Desgraciadamente, Lilly1975 -identidad que utilizaba Aya Rosen- dejó de estar activa en esta página, hecho que no entendí y desde un principio vinculé a algún tipo de exigencia por parte de la galería que la representa desde hace relativamente poco tiempo: Vespine Gallery, en Chicago (curiosamente, ella narró en el pie de foto de alguna imagen cómo los responsables de esta galería habían visto su obra a través de la web y por ello se mostraban interesados en organizarle una primera muestra a nivel profesional) -www.vespine.org-. Más tarde he descubierto que ha puesto en funcionamiento otra cuenta de Flickr, esta vez con su propio nombre: flickr.com/ayarosen. Desde allí, la artista ha podido explicar que en realidad cerraron su anterior cuenta los responsables de Flickr, debido probablemente a algún tipo de bloqueo masivo -he entendido a duras penas una larga explicación en inglés, y parece ser que algún exnovio de alguna de las modelos que posaron desnudas se tomó la justicia por su mano y no paró hasta ver borradas esas imágenes conflictivas de la web de Aya Rosen.
Nimiedades al margen, decir que esta artista describía en su perfil que procede de Israel aunque se ha afincado definitivamente en Nueva York, desde donde gestiona su arte mediante internet y del que pretende vivir -según contaba- gracias a diversos sitios de autopromoción, paginas en la red desde las que se podían comprar pequeñas piezas por precios más que módicos, humildes.
No dejo de tener una imagen bastante nítida de ella, por el retrato que había construido en mi mente a partir de las particulares descripciones de las imágenes que compartía y que desde hace sólo unos meses no pude releer. Siempre que observo los dibujos que le compré durante el año pasado, recuerdo que, tal y como aseguraba, los hizo en un Starbucks -donde al parecer pasaba mucho tiempo- rodeada de gente diversa y muy observada por una niña pequeña a la que también se le antojó dibujar.
Aya Rosen utiliza sobre todo el pequeño formato, es una enamorada del papel -trabaja sobre algunos muy diferentes y valora especialmente sus cualidades texturales- y suele aplicar en ellos tinta gracias a un finísimo trazo de plumilla, así como deliciosas y líquidas veladuras de acuarela que a menudo gotean y chisporretean sobre la superficie como eyaculaciones. El erotismo es una constante en sus piezas que me sedujo desde el primer momento, de lo cual deduje cuáles serían de entre sus dibujos los primeros que caerían en mis manos:
Nimiedades al margen, decir que esta artista describía en su perfil que procede de Israel aunque se ha afincado definitivamente en Nueva York, desde donde gestiona su arte mediante internet y del que pretende vivir -según contaba- gracias a diversos sitios de autopromoción, paginas en la red desde las que se podían comprar pequeñas piezas por precios más que módicos, humildes.
No dejo de tener una imagen bastante nítida de ella, por el retrato que había construido en mi mente a partir de las particulares descripciones de las imágenes que compartía y que desde hace sólo unos meses no pude releer. Siempre que observo los dibujos que le compré durante el año pasado, recuerdo que, tal y como aseguraba, los hizo en un Starbucks -donde al parecer pasaba mucho tiempo- rodeada de gente diversa y muy observada por una niña pequeña a la que también se le antojó dibujar.
Aya Rosen utiliza sobre todo el pequeño formato, es una enamorada del papel -trabaja sobre algunos muy diferentes y valora especialmente sus cualidades texturales- y suele aplicar en ellos tinta gracias a un finísimo trazo de plumilla, así como deliciosas y líquidas veladuras de acuarela que a menudo gotean y chisporretean sobre la superficie como eyaculaciones. El erotismo es una constante en sus piezas que me sedujo desde el primer momento, de lo cual deduje cuáles serían de entre sus dibujos los primeros que caerían en mis manos:
Penthouuse June 1972.01, en mi colección
Penthouse es una serie de dibujos cuyas imágenes están tomadas directamente de revistas de los setenta, y en ellos plasma un carácter pseudopornográfico bastante inusual en los tiempos que corren. Las salpicaduras de acuarela en tonos rojizos sugieren algún matiz sanguíneo que las unifica, lo cual siempre deriva en una extraña conversación con las personas que han podido ver estos trabajos al natural -siempre me divierto con la teoría de Elena, que se muestra más que convencida de que son algo así como las prostitutas asesinadas por Jack el destripador, aunque esas teorías siempre se desgranan al calor de algún etílico y risas-.
Es muy frecuente en Aya Rosen el empleo del cuerpo femenino en ese erotismo natural , estilema que sostiene como la constatación de ella misma como un ser sexuado y consciente de todas las implicaciones que ello conlleva. De hecho, a menudo he visto algunos de sus autorretratos desnuda, acompañada o no de su chico. Y sería bastante recomendable que de alguna manera la rastrearan y encontrasen su vertiente artística fotográfica, muy interesante también y que de alguna manera ella omite en su web personal -www.ayarosen.com-.
Hoy he encontrado algo más sobre ella, el blog que mantiene activo desde enero de 2008 (y yo sin saberlo hasta hoy) y que pienso empezar a explorar poco a poco por si me depara eventuales sorpresas tan de agradecer: louchelab.blogspot.com. Asímismo, los Rosen (ella y su esposo Ned, también artista pero al que he prestado algo menos de atención hasta el momento) han creado una web donde promocionarán nuevos artistas: louchelink.com.
Es muy frecuente en Aya Rosen el empleo del cuerpo femenino en ese erotismo natural , estilema que sostiene como la constatación de ella misma como un ser sexuado y consciente de todas las implicaciones que ello conlleva. De hecho, a menudo he visto algunos de sus autorretratos desnuda, acompañada o no de su chico. Y sería bastante recomendable que de alguna manera la rastrearan y encontrasen su vertiente artística fotográfica, muy interesante también y que de alguna manera ella omite en su web personal -www.ayarosen.com-.
Hoy he encontrado algo más sobre ella, el blog que mantiene activo desde enero de 2008 (y yo sin saberlo hasta hoy) y que pienso empezar a explorar poco a poco por si me depara eventuales sorpresas tan de agradecer: louchelab.blogspot.com. Asímismo, los Rosen (ella y su esposo Ned, también artista pero al que he prestado algo menos de atención hasta el momento) han creado una web donde promocionarán nuevos artistas: louchelink.com.
1 comentario:
Me encantan sus dibujos sobre el fondo rojo de la pared de tu casa.
Es estupenda... Quedarían de lujo en la versión que vimos de Robert Desnos (El Destripador) en Echegaray 5.
Besos chiclosos
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