La pasada madrugada dí por cerrada la operación "dejarse las pestañas dibujando sin controlar las consecuencias" y decidí que estaría bien tomarse unos días de vacío creativo, hacer un par de cosas superficiales y relajarse. Como no tengo a mano a mi profesora de yoga, que por cierto acaba de abrirse un blog con un poco de yoga de andar por casa, y sé que voy a tardar semana y pico en volver a practicar sus asanas y esas posturas invertidas en las que cada vez me encuentro más a mis anchas, pues voy a dedicar el weekend antes de Basel a lo mejor que se me ocurre: A mí. Así que voy a estar un poquito con la familia, especialmente con la sobrina tan maravillosa que tengo, y con los amigos a los que pueda ver; hoy toca arroz en los montes y vino dulce con toda la patulea, y esta noche me apetecen unos bombays saphire con tónica y mucho limón.
Y mañana, como siempre, apuraré hasta el último minuto para meterlo todo en la maleta, y no podré dormir lo suficiente durante la noche como antes de cada viaje...
Y mañana, como siempre, apuraré hasta el último minuto para meterlo todo en la maleta, y no podré dormir lo suficiente durante la noche como antes de cada viaje...
3 comentarios:
Todsa la suerte
después de los excesos... o entre los excesos... conviene un poco de calma... lisa y perfecta...
aunque sea breve...
;)
Gracias, quierosergalerista, espero al menos que mi trabajo satisfaga.
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