13 feb 2009

de todo lo visible y lo invisible (ARCO 2008)

valerie hegarty

En la marea convulsa con la que jadea ARCO, no sólo es difícil moverse sino ver y encontrar. Los confines del llamado programa general (la nómina de galerías seleccionadas) acotan una suerte de mercadillo en la que todo consiste en reconocer, por premisas de común acordadas, esta o aquella firma.

No obstante, la edición dos mil ocho, particularmente entregada al cambio, nos ha deparado el acierto de mostrar en un solo espacio -el pabellón 14/1- todos aquellos ámbitos entregados a la experimentación, facilitando el hallazgo y destilando lo especial. Centrando dicho ámbito, Brasil –el país invitado- funcionaba como una única exposición, debido a que los comisarios han seleccionado a los artistas y después a las galerías que los representaban; además, una diáfana forma de eliminar ciertos tabicajes habituales entre los stands proporcionaba cohesión y fluidez.

Pero, sin lugar a dudas, el fuerte de esta feria ha estado en las secciones Solo Projects y Arco 40 (esta última de nueva creación). En ambos casos se trata de potenciar la emergencia de artistas y proyectos de características singulares, mediante la presentación del trabajo de un artista en solitario (Solo Projects) o de la selección de la obra reciente de tres artistas por galería, a presentar en un espacio reducido (Arco 40). Ese tipo de estrategias del espacio facilitan, por ejemplo, que se aprecie la eclosión del dibujo –un medio revalorizado con creces en la edición que nos ocupa- o el aprecio de lenguajes más poéticos y sutiles que se perderían en el marasmo de arcos anteriores.

Para algunas galerías supone la brillante oportunidad del debut en la feria madrileña mediante una puesta en escena que diverge bastante del consabido concepto de stand; es el caso de Museum 52 (Londres), que exhibe con orgullo el ampuloso y refinado trabajo del estadounidense Valerie Hegarty –ya reconocido por la Saatchi Gallery como creador imprescindible para comprender la contemporaneidad- y su visión no tan deconstructiva como aniquiladora de los tesoros del arte. Hegarty instala piezas fácilmente asequibles por la mirada del merodeador de museos, sometidas a un proceso de degradación que puede provenir de diversos focos –el fuego, la polilla, la inundación o el disparo de artillería-. Originando una sucesión de inquietudes en el observador, que contempla como el mismo espacio expositivo sufre o genera los daños, se resuelven unas pocas incertidumbres mediante intrahistorias que se nutren del subconsciente colectivo, al tiempo en que se piensa en otras visiones apocalípticas, como los últimos museos inundados de La Chapelle.

katerina seda

Franco Soffiantino (Turín), por su parte y en una línea mucho más calma, ha aprovechado la oportunidad para mostrar el oficio cuasi terapéutico de Katerina Seda, una artista capaz de trabajar durante meses en un único proyecto artístico con tal de propiciar mercedes a todo un colectivo o a una sola persona. Desde favorecer la comunicación interrumpida entre centenares de familias en una localidad (Every Dog A Different Master, proyecto exhibido en Documenta 12) hasta, como se da en la propuesta de la galería italiana, paliar las heridas de un pasado doloroso a un familiar muy querido, la propia abuela de la creadora checa. En It doen´t matter, Seda canaliza las propiedades sanadoras del arte para reintroducir a la deprimida matriarca familiar en la vida cotidiana, toda vez que hubiese abandonado cualquier intención de continuar en la lucha diaria tras alcanzar la viudez. La instalación de Katerina Seda consta de un extenso vídeo que recoge una selección de las conversaciones sostenidas con su abuela durante largas sesiones; tras acudir a diferentes opciones infructuosas, la artista comprobó que sólo había una manera de devolverla al presente: haciéndola revivir un pasado en que fue feliz y se sintió útil. Así que se sentó frente a ella para verla dibujar todas las piezas que en años pasados almacenó y vendió en una ferretería, ya que las recordaba –junto a sus precios y tamaños- con una sorprendente habilidad. En la instalación podemos ver, además, todos esos dibujos encuadernados, algunas maravillosas fotografías que recogen la intensa ternura de la que se nutre intencionalmente el proyecto, así como las sillas y la mesa vestida de hule que sirvieron de diván.

judas arrieta

A escala nacional han sido varias las galerías que han disfrutado del placet que ha posibilitado Arco 40; destacaremos, por un lado, la barcelonesa galería ADN, representando a los artistas Judas Arrieta, Virginie Barré y Daniel & Geo Fuchs, en una línea más que coherente al plantear el diálogo entre tres premisas de creación que abundan en las posibilidades de la cultura popular, el dibujo, la fotografía y la escultura-instalación. Judas Arrieta representa la vigencia de lenguajes pictóricos eclécticos, mediante la inmersión en ciertas premisas del Manga y el estilo superflat, la estética del collage y la iconografía infantil de generaciones pasadas. Un entreverado de condicionamientos que dan lugar a una obra extremadamente consciente de los volubles valores icónicos del arte actual, pero que no descuida ni en un ápice los entresijos de la cocina pictórica, por lo que satisface a un tiempo la mirada moderna y aquella otra más clásica que agradece reconocer un buen criterio compositivo.

irene andessner

Finalmente, hemos encontrado especialmente interesante la propuesta de la malagueña sala JM, con una acertada selección de trabajos de Irene Andessner, Iván Pérez y Carlos Schwartz. En sendos casos se produce una nueva mirada al concepto de representación estética, tratando de arrojar luz sobre la exploración y el cambio. Hemos querido subrayar particularmente una de las obras expuestas de la vienesa Irene Andessner, Maternoster, planteada en torno a un vídeo y una cuidada serie fotográfica que resume de un modo esclarecedor toda la acción. Andessner utiliza un viejo elevador paternoster –una tipología de ascensor ya en desuso que consiste en un una cadena de compartimentos abiertos, habitualmente diseñados para dos personas, que se mueve lentamente sin detenerse en un bucle ininterrumpido hacia arriba y hacia abajo-, aún en funcionamiento, para desarrollar la singular performance, que fue emitida en directo mediante la red internet y grabada en vídeo.

Andessner, habituada a una camaleónica introspección mediante el recurso retratístico contemporáneo, asumió cuatro diferentes roles –figuras maternales míticas- y se caracterizó como Alma Mater (la diosa madre romana), la virgen María (imagen cristiana del papel femenino de la renuncia), Madre coraje (encarnada en Anna Fierling, que para mantener a sus hijos mercadeaba en la guerra) y Madonna Louise Veronica Ciccone (la cantante italo-americana que ha personificado los iconos femeninos encontrados de la virginidad y la liberación sexual). Subía o bajaba en el ascensor con viandantes anónimos con los que apenas interactuaba, y consiguió profundizar en una sugerente subversión de los valores masculinos dominantes, toda vez que mutó la nomenclatura del elevador de la jefatura de la federación de la industria austríaca, evidenciando la preeminencia viril en el mundo de los grandes negocios. La obra enfatiza el interés de la artista por los tableaux vivant –retablos vivientes- del pasado, y nos enfrenta a una visión esclarecedora de las desigualdades de nuestros días.

Sin lugar a dudas, el criterio tenido en cuenta para promover las iniciativas de Solo Projects y Arco 40 inciden en las posibilidades de presentar proyectos más amplios y no tanto en la tendencia comercial tan recurrente de exhibir obra suelta, en definitiva hacer visible lo que a veces resulta invisible. Un hábito que debe proliferar, y que podría ser la alternativa para una feria a la que le sobra presencia institucional. Encontrar los ámbitos adecuados para cada actividad, en resumidas cuentas.


(Texto que escribí en febrero de 2008 para la entonces revista digital lafresa.org, en el especial anual dedicado a ARCO)

2 comentarios:

ANA dijo...

me acuerdo de todo esto... qué bien lo pasamos... este año, Arco tuvo que arrancar sin mí (no sé cómo pudo hacerlo...jejeje)

Un besín!

ANA dijo...

cariño, la actualización de papel, no se puede ver...
te aviso pq me apetecería leerla...

;)