16 feb 2010

Pintura de dedos. David Hockney




Hace poco descubrí que David Hockney había permitido que tres obras suyas fuesen descargadas libremente de la red por un número indefinido de personas. Mi curiosidad se cernía sobre el asunto novedoso de un pintor como Hockney trabajando en el medio digital. Indagando con paciencia pude leer la historia completa; el genio que convirtió las piscinas de california en un icono del arte de nuestra era, a sus años y con un entusiasmo que dejaría apabullado a cualquiera, maneja el terminal móvil más codiciado de los últimos tiempos con la misma soltura que un cuaderno de dibujos, y aprovecha la coyuntura para regalar pequeñas obras de arte vía mail a sus allegados de confianza.

Al igual que Gilbert & George -que también pusieron a disposición nuestra una obra de arte efectuada en ordenador, mediante una descarga sin límite de usuarios durante 48 horas-, el pintor septuagenario se ha embarcado en esta aventura digital quitándole hierro al asunto. Porque considera una tontería que se llame "arte digital" a esta manera de pintar sobre la superficie táctil de un iPhone, igual que sería absurdo denominar "arte de lápiz" al dibujo tradicional. La herramienta no hace a la obra, el resultado es el mismo.

A pesar de que aquellas descargas parecían poseer inicialmente la cualidad aurática de lo limitado -sólo unos cuantos miles de internautas tendrían la oportunidad de bajarse los codiciados archivos en aquellos dos días-, internet ha demostrado ser hasta el momento un territorio abrupto donde campan a sus anchas la democracia bien y mal entendida así como el libertinaje más exaltado. De forma que cualquiera con algo de paciencia puede todavía hacerse con las piezas del duo británico o el pintor que nos ocupa.


Muy a pesar del formato diminuto -apenas los píxeles que caben en la pantalla de un iPhone-, las tres piezas de Hockney resultaron ser brillantes, unas pinturas bellísimas realizadas directamente con el dedo, experiencia que nos conecta directamente con nuestros primeros pinitos (los de todos, quiero decir) en el arte. Desde el arte del parvulario al improvisado garabateo en la arena de la playa.

Las obras en cuestión, así como una infinidad de dibujos que Hockney confiesa en su haber -o en la memoria del móvil-, han sido llevadas a cabo mediante la aplicación "Brushes", que no sólo permite seleccionar el tipo de pincel -grosor, transparencia u opacidad de la pincelada, tipo de trazo...- o el color entre millones de tonalidades. También genera, mediante un plug-in convenientemente instalado en el ordenador, vídeos con el proceso de elaboración de cada trabajo y hasta imágenes de mayor resolución que el original a partir de ecuaciones vectoriales. La trascendencia de esta iniciativa de Hockney ha tenido una repercusión lógica y notable, por lo que no es difícil encontrar en galerías de imágenes como Flickr grupos con miles de miembros que cuelgan diariamente sus creaciones realizadas con esta herramienta. Es vertiginoso y abrumador, cuanto menos.


Entre otras cosas, las pinturas del artista inglés se han visto "colgadas" virtualmente en las paredes inexistentes de una mansión en Second Life, cual grandes lienzos acaparando el testero de suelo a techo. Las redes sociales y experiencias como ésta generan nuevas maneras de aproximarse al arte; seguramente a estas alturas se podrían contabilizar por cientos o por miles las ocasiones en que alguien en algún lugar instaló temporalmente una de estas obras pictóricas como fondo de pantalla de su celular. Superando con creces las ansias divulgativas de algunos profetas del arte pop, esta experiencia pone con sinceridad el arte en manos de todos. Una obra original, con sus dimensiones primigenias, a disposición de cualquier persona, un auténtico proceso de democratización.






Por supuesto, ya me he hecho con la aplicación brushes.





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2 comentarios:

MBI dijo...

Muy interesante...
Te mando un e-mail...
Tu dibujo ya esta enmarcado, al final le cambie el marco claro de haya, porque no me gustaba el fondo blanco que le habían puesto

ANA dijo...

http://termitasinterminables.blogspot.com/2010/03/un-premio-bloggero.html