12 may 2009

Susy Gómez - El timón de mis almas

EXPOSICIÓN: Susy Gómez. El timón de mis almas. Cacmálaga. 03/04/09 - 28/06/09.

Al ver la reciente exposición de Susy Gómez en el Cacmálaga se reafirma uno en varias ideas más o menos claras que en torno a su lenguaje se había fraguado. Básicamente, y por el hecho de que sus obras se han convertido en esas series de habituales y reconocibles en las ferias, el trazado discursivo de la artista se adivina de lejos. Por un lado, sigo en la opinión de que Susy Gómez es una de esas creadoras con recetario, y de que se ha afianzado en una técnica redundante que parece no haber llegado todavía al canto del cisne. Por otro, sigo considerando que se sostiene en un cómodo esteticismo que se alimenta vorazmente de una actitud apropiacionista con pocos complejos.


Las piezas exhibidas son fotografías de gran formato que han sido tomadas de intervenciones previas sobre hojas de revista de la famosa Vogue, de lo cual conserva una textura de puntos propia de las imprentas cuatricromáticas. Gómez aplica densas capas de pintura sobre el acharolado soporte original y participa más o menos activamente en el craquelado de la superficie oleosa. Es en esta fase del proceso donde la artista parece haber alcanzado una cierta evolución: En la mayoría de los casos, la poética gestual y el atinado uso del incidente se erigen con una brillantez que en obras anteriores no había visto (siempre me habían parecido más planas, la pintura fotografiada más insulsa). Así, por obra y gracia de la sublimación (el golpe certero final por el que se amplía sustancialmente la imagen final), pequeños empastes y grietas u orificios practicados más o menos azarosamente adquieren una categoría nueva. Susy Gómez añade en esta ocasión diminutos objetos de un marcado valor sentimental -algunas alhajas familiares- y que, yuxtapuestos sobre la imagen pseudopictórica, marcan un punto de inflexión junto a la cera o la purpurina esparcidas.


No obstante, el punto pseudoterapéutico que la artista atribuye a sus últimas videocreaciones o el intimísimo título que acompasa a la portada del catálogo (una fotografía de su tía, a la que dedica la exposición) resultan anodinos para el público y poco reveladores. La exposición, en su conjunto, posee la elegante sofisticación que las imágenes ya desprendían antes de ser intervenidas, y el juego de Susy Gómez -de cierto interés- queda soslayado por la evidencia de la intención de estilo, una plaga más que apreciada en el coleccionismo contemporáneo.


Fotografías de Pedro Alarcón por cortesía de Cacmálaga.

www.cacmalaga.org



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