29 ene 2011

Un lugar de trabajo



Me resulta sensacionalmente esclarecedor encontrar imágenes de dónde y cómo trabajan los artistas. Igual de sorprendente que un pintor componga sus lienzos en una especie de hangar o nave industrial, como estimulante comprobar que hay artistas que apenas necesitan un metro cuadrado para llevar a cabo su creación. Conozco a unos pocos en este último sentido, y suelen ser los que me fascinan. Porque lo interpreto como que están capacitados para hacer magia.





Marc Johns dibuja la mayoría de las veces en la mesa de su cocina, antes y después de que toda la familia se siente en torno a ella para comer. Guarda sus utensilios pictóricos (que son bien sencillos) en una cajonera a la que cariñosamente llaman Edward (es una constante en la obra artística de Marc Johns que los objetos ironicen sobre la vida, tomen la palabra y se expresen; no es de extrañar que considere su cajonera un viejo amigo). Y elabora a mano sus cuadernos con hojas de oficina que cose manualmente, que lleva a cualquier parte y sobre los que garabatea en casi cualquier situación.

Sus dibujos están llenos, rebosantes de humor. Él mismo reconoce que es bueno para su arte que el lugar de trabajo se sitúe en medio de donde sucede la vida. Sus dibujos suelen hacerme sonreir. Y, lejos de parecerme un chiste corto, son de un humor extravagante que me hace volver a ellos.


2 comentarios:

Cotilla Cósmica dijo...

Es que sus dibus son muy del dia a dia... Vamos los acabo de ver y son geniales jejeje... Ese papel higienico, esos calzoncillos... jajaja

Bouganvilla dijo...

A veces me asalta cierto complejo de culpabilidad cuando intento poner orden en el universo caótico de la mesa de estudio de Sergio y sin querer fisgoneo entre sus creaciones en un intento de tirar todo lo que "no sirve". Me sorprenden su creatividad y la sensación de que el cordón umbilical hace ya mucho tiempo que se cortó. Como tú dices, es magia.